Hoy nos dirigimos a ustedes con el corazón lleno de orgullo y agradecimiento. Aunque el resultado no fue el que esperábamos, ustedes nos han mostrado que son verdaderos ganadores. En cada pase, cada jugada y cada gol, demostraron su valentía, pasión y amor por nuestra amada Colombia.
Desde el primer minuto hasta el último segundo, dejaron todo en la cancha. Nos hicieron soñar, creer y sentir una esperanza renovada en cada rincón del país. Ustedes nos recordaron el verdadero significado de luchar con el corazón, de nunca rendirse y de dar lo mejor de uno mismo, sin importar las adversidades.
Más allá del marcador, han ganado algo invaluable: el respeto, la admiración y el cariño de cada colombiano. Nos llenaron de alegría, nos unieron y nos hicieron sentir inmensamente orgullosos de nuestras raíces y nuestra identidad. Cada lágrima derramada hoy no es de tristeza, sino de gratitud y orgullo por haberlos visto entregarlo todo.
Querida selección, son más que un equipo de fútbol; son el reflejo de nuestra nación: valientes, luchadores y llenos de esperanza. Gracias por demostrarnos que, con trabajo y dedicación, se pueden alcanzar grandes cosas. Gracias por llevar el nombre de Colombia con tanto honor y dignidad.
Hoy y siempre, decimos con el corazón en la mano: ¡GRACIAS SELECCIÓN! Ustedes ya son nuestros campeones. Sigamos adelante, porque la historia continúa y estamos seguros de que seguirán llenándonos de orgullo.
Con cariño y gratitud,
Toda Colombia.
